Ese camino no me gusta 

Hay momentos en la vida, en los que llegamos a caminos visualmente desagradables y cuando los vemos, rehusamos a atravesarlos porque simplemente son caminos que no nos gustan. Sin embargo, vemos solo ese camino sin ver lo que se encuentra más adelante. Son esos lugares de transición los que nos dejan enseñanzas y huellas que nos marcan y nos hacen entender que el camino difícil traerá una gran bendición. 

En estos días estuve de vacaciones con mi familia y decidimos ir a una playa un poco escondida. Era un recorrido de aproximadamente 10 minutos caminando; pensamos en lo que teníamos que cargar y como sería el camino, pero decidimos lanzarnos a la aventura y comenzamos a caminar. Las cosas pesaban y mientras nos adentrábamos, el olor del camino no era muy agradable, pero aún así continuamos. Seguimos caminando, hablando, tirando fotos y de vez en cuando tapándonos la nariz (era necesario). De repente llegamos a la playa Medio Mundo en Ceiba y cuando vimos el camino para llegar hasta el agua, nos causó un poco de desilusión porque no era lo que esperábamos. Era un camino «feo» y había que atravesarlo para poder llegar.


Cuando mirábamos hacia el agua, se veía clara, las personas estaban disfrutando del día de sol y todo estaba perfecto para tener un excelente día de playa. No obstante, saltaba a mi mente que tenía que caminar por allí para llegar a mi destino final. Pero todos queríamos disfrutar de ese día, así que comenzamos a caminar por el camino «feo» y llegamos hasta el agua. En ese momento vimos el agua mucho más clara, a una temperatura agradable y un ambiente totalmente relajante. 


Esto nos llevó a reflexionar en que hay momentos en la vida, en que solo vemos el camino poco agradable, el difícil, el feo o el intimidante, sin saber que llegaremos a un lugar mucho más hermoso, claro y de mayor bendición. Existirán caminos que no queramos emprender, pero serán necesarios para capacitarnos, para equiparnos y para prepararnos para lo próximo que vendrá. No podemos mirar de lejos y decir: mejor no paso por ahí porque no me gusta, es necesario que asumas con valentía el camino que te ha tocado, para que puedas alcanzar el objetivo y el propósito que te promoverá. 

Los caminos que denominamos negativos, son caminos de transición, los cuales no se deben evadir porque tienen un gran propósito. Cuando pasamos procesos difíciles, habrán  caminos y temporadas de desiertos y escasez; no renuncies a ellos porque ellos te llevarán al camino de victoria y abundancia. Si no hubiésemos decido seguir el camino hacia la playa porque lo que cargábamos pesaba, no hubiésemos llegado a ese hermoso lugar, si al momento de ver el camino previo a llegar a tener contacto con el agua hubiésemos renunciando, tampoco llegaríamos a disfrutar de la ricura de agua que disfrutamos, y solo por lo feo y desagradable que era para nuestros ojos. 

Cuando llegué y toqué el agua, no solo fue experimentar la hermosura y lo refrescante de ella, fue sentir una arena suave en mis pies que me hizo sentir relajada y en paz. El camino difícil y feo, fue el escenario para llegar al camino agradable y hermoso que deseaba. Por esta razón, no dejes de caminar aunque veas el camino difícil y desagradable, camina, esfuérzate, da un paso más, resiste porque llegarás al camino que fue creado para bendecir tu vida. 

 

Versículos para reflexionar:

Deuteronomio 5:33 seguid en todo los caminos que Yavé, vuestro Dios, os prescribe, para que viváis y seáis dichosos y duréis largos años en la tierra que vais a poseer.

Deuteronomio 31:8 y Yavé marchará delante de ti, estará contigo y no te dejará ni te abandonará; por esto no has de temer ni acobardarte.

Fuente: imágenes de Coralys A. Sánchez González 

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